Estoy en el trabajo ahora mismo.
Y aún así lo digo directamente:
A la mierda este trabajo.
Pero no voy a renunciar.
Me presento porque domino el oficio.
Porque estoy usando este sistema, de la misma manera que él me ha estado usando a mí.
Mira, la gente piensa que sólo están trabajando un turno.
Pero cuando miras más profundamente, te das cuenta que tú eres la acción.
Tú has sido el stock.
Rastreado. Observado. Medido.
No en teoría. En tiempo real.
NOS OBSERVAN COMO MERCADOS
En este juego de entrega, cada movimiento está monitoreado.
Cada tarea, cada parada, cada escaneo se representa gráficamente como una línea de precios.
Nos están rastreando como si fuéramos activos, igual que si fuéramos acciones en un mercado.
Cada paquete entregado. Eso es un movimiento lucrativo.
¿Cada pausa o desaceleración? Una señal de alerta en su gráfico interno.
Lo llaman eficiencia.
Pero en realidad se trata de vigilancia económica.
Cada trabajador se convierte en un número, un insumo, una predicción.
Así como una empresa rastrea su inventario de productos, rastrea a su personal.
LA RAÍZ DE LA PALABRA "STOCK" LO DICE TODO
Seamos realistas, "acciones" no siempre significó carteras de inversión y dividendos.
Significaba propiedad.
Significaba ganado.
Organismos gestionados con fines de beneficio económico.
Controlado, mantenido y movido estratégicamente para el beneficio de otra persona.
Esa historia nunca se fue.
Simplemente cambió de forma.
Ahora la industria te llama “capital humano”.
Pero es el mismo sistema disfrazado.
UN SISTEMA DISEÑADO PARA SER DUEÑO DE SU PRODUCCIÓN
Esta industria no necesita tus sueños.
Necesita tu productividad.
Tu salida. Tu movimiento. Tu velocidad de escaneo.
Ese es el valor que aportas hasta que dejas de hacerlo.
Cuando se reduce la velocidad, reaccionan como inversores que observan una crisis.
Correcciones. Reseñas. Advertencias.
¿Cuando vas rápido? Bonificaciones, atención, elogios falsos.
Todo es parte de la misma configuración:
Utilice a las personas como herramientas.
Alimentalos lo suficiente para que funcionen.
Benefíciate de cada momento en que se mueven.
¿Te suena familiar?
Debería.
LA TECNOLOGÍA NO ES LA SALVACIÓN, ES LA ESTRATEGIA
Todo el mundo habla de la tecnología como si fuera libertad.
Pero en este sistema, simplemente hay un mejor control.
Seguimiento más fuerte.
Más datos sobre ti, tus movimientos, tus patrones.
No está aquí para salvar a los trabajadores. Está aquí para vigilarlos.
Eso no es evolución.
Esto es optimización para aquellos que ya están en el poder.
ENTONCES ¿POR QUÉ SIGUES APARECIENDO?
Porque elijo darle la vuelta al juego.
Trato este trabajo como un contrato temporal con el imperio que estoy construyendo.
Cada ruta, cada hora, cada escaneo no les pertenece. Yo sí.
Porque entro con mis propios objetivos.
Mi propio nombre.
Mi propia empresa me respalda, aunque todavía no lo vean.
Me presento puntual.
Enfocado.
Porque mi presencia sigue siendo mi marca, incluso dentro de su sistema.
Pero no creo en la ilusión que me crearon.
No lo hicieron. Lo hice yo mismo.
TENEMOS QUE MOVERNOS COMO INVERSORES, NO COMO PRODUCTOS
Eso significa vigilar nuestros propios números.
Realizando un seguimiento de nuestras propias cuentas como un comerciante.
Estudiando nuestro propio crecimiento.
Haciendo que cada dólar trabaje para nosotros.
Negarse a quedar atrapado emocionalmente en un sistema diseñado para explotar.
Puedes decir "a la mierda el trabajo" y aún así fichar como un rey.
Porque no se trata de falta de respeto, se trata de claridad.
No les perteneces.
Simplemente tomaron prestado tu tiempo.
LA VERDAD FINAL
Desde el comienzo de este sistema hasta ahora, el trabajo siempre ha tenido como objetivo el control y el lucro.
Lo que cambió es cómo lo visten.
Pero si miras los gráficos, ya sean de acciones o de ti, es lo mismo.
Se trata de quién es observado.
¿Y a quién le pagan por mirar?
Pero se avecina un cambio.
No porque lo permitieron.
Pero porque muchos de nosotros vimos a través de la niebla.
Y comenzó a moverse de manera diferente.